Luego de varias salidas por la zona de la escuela, era hora de visitar un barrio diferente así que tomamos el metro y fuimos con los estudiantes hasta El Clot. Se trata de una de las partes más antiguas del distrito que ha existido desde la época medieval.
El primer bar al que fuimos fue Bodega Sopena. Aquí, probamos Vermut y el amable camarero preparó platos con queso, jamón, chorizo, lomo y fuet. Luego fuimos a otro bar muy particular donde usaban paelleras como sillas y rollos de papel higiénico en la mesa para lavarse las manos.
Fue una tarde muy divertida en la cual practicamos español y comimos deliciosas tapas. Así que, ¡el Clot, definitivamente volveremos!